Monday, January 19, 2009

¿Cómo puede el catecumenado renovar la catequesis de adultos?


Vida Nueva) “La restauración del catecumenado es y ha de ser el criterio fundamental para el desarrollo de los procesos de iniciación cristiana que lleven a los bautizados y a los no bautizados a la comunión con Cristo y a la madurez plena de la fe”, esta es una de las claves, según Jesús García Sastre, profesor en el Instituto Superior de Pastoral, para la renovación de la catequesis de adultos. Se trata de una de las conclusiones de la segunda parte de su trabajo, Catequesis de adultos y parroquia, que Vida Nueva publica en su Pliego de esta semana. En la primera entrega -que apareció en el nº 2.643 de la revista- el autor apuntaba algunos de los desafíos que se presentan hoy en la transmisión de la fe, y planteaba la necesidad de renovar la catequesis. En esta ocasión, se acerca a la figura del catequista y su adecuada formación, para mostrarnos cómo un proceso de catecumenado puede renovar dicha catequesis y cómo ésta, a su vez, contribuye a la renovación de las propias parroquias, a la postre, comunidades de iniciación cristiana.
(Jesús Sastre García- Sacerdote. Profesor en el Instituto Superior de Pastoral y en el Instituto de Catequética San Pío X) La adhesión afectiva a la persona de Jesucristo se “transmite” más que se enseña. Junto a los contenidos de la fe, están las celebraciones, la vida comunitaria y los compromisos que propician la práctica de la fe en la vida cotidiana. La “puesta en práctica” de lo aprendido ayuda a que el catequizando vea las riquezas de humanización que la fe aporta a la persona.
En los años 70 y 80 del siglo pasado, empleábamos el término ‘catecumenal’ para referirnos al modelo de catequesis dirigido a los adultos, y se ponía como condición la implicación de los mismos en el propio proceso de fe. La implicación es una exigencia imprescindible para que pueda haber catequesis en sentido pleno; no es fácil conseguir esta implicación, por razones evidentes, con niños y adolescentes.
Es por ello que no dudo en afirmar que la restauración del catecumenado es y ha de ser el criterio fundamental para el desarrollo de los procesos de iniciación cristiana que lleven a los bautizados y a los no bautizados a la comunión con Cristo y a la madurez plena de la fe.
Este planteamiento lleva a que los padres se impliquen en la catequesis de los hijos; es un modo de recuperar la responsabilidad que tienen, derivada del bautismo que pidieron para sus hijos, en la educación de la fe. Otra sugerencia es tratar de recuperar la importancia del sentido litúrgico en la catequesis; dos aspectos concretos podrían conseguirse fácilmente: tener en las parroquias alguna Eucaristía dominical especialmente preparada para los padres e hijos que están en catequesis; y dedicar el tiempo de Cuaresma para la preparación de padres, y padrinos, que han solicitado el bautismo de sus hijos.
Algo parecido cabría hacer con las parejas de novios. Actualmente, se les remite a los cursillos prematrimoniales; sin minusvalorar el servicio que éstos prestan, deberíamos pasar a proponer una preparación de carácter catecumenal que ayudara a los contrayentes a reavivar la fe personal. En este sentido, los actuales cursillos no cumplen este objetivo, pues se centran en las cuestiones matrimoniales y dan por supuesta la iniciación cristiana de los contrayentes, cosa que no se cumple en la mayor parte de los casos.

1 comment:

Rodolfo Plata said...

LA CRISIS DE LA IGLESIA ES DOCTRINAL. La relación entre la fe y la razón expuesta parabolicamente por Cristo al ciego de nacimiento (Juan IX, 39), nos enseña la necesidad del raciocinio para hacer juicio justo de nuestras creencias, a fin de disolver las falsas certezas de la fe que nos hacen ciegos a la verdad mediante el discernimiento de los textos bíblicos. Lo cual nos exige criticar el profetismo judío o revelación para indagar “si es verdad o es mentira” que los textos bíblicos son palabra de Dios. Enmarcado la crítica en el fenómeno espiritual de la trasformación humana y, las ciencias y técnicas que nos ayudan a desarrollarnos espiritualmente. Abordados por la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizadas por los filósofos griegos y los místicos hindúes. Sabiduría védica instruida por Buda e ilustrada por Cristo, la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las respuestas que la ciencia ha dado a los planteamientos trascendentales: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Utilizando los principios universales del saber filosófico y espiritual como tabla rasa, a fin de deslindar y hacer objetivo lo “que es” o “no es” del mundo del espíritu. Método o criterio que nos ayuda a discernir objetivamente __la verdad o el error en los textos bíblicos analizando los diferentes aspectos y características que integran la triada preteológica: (la fenomenología, la explicación y la aplicación, del encuentro cercano escritos en los textos bíblicos). Vg: la conducta de los profetas Abraham y Moisés, no es la conducta de los místicos; la directriz del pensamiento de Abraham, es el deseo intenso de llegar a tener una descendencia numerosísima y llegar a ser un país rico como el de Ur, deseo intenso y obsesivo que es opuesto al despego de las cosas materiales pregonado por Cristo y seguido por los místicos y; es por ello, que la promesas de Yahvé a Abraham son alucinaciones contestatarias de los deseos del patriarca, y no tienen nada que ver con el mundo del espíritu. La directriz del pensamiento de Moisés, es la existencia de Israel entre la naciones a fin de llegar a ser la principal de todas, que es opuesta a la directriz de vida eterna o existencia después de la vida que orienta el pensamiento místico (Vg: la moradas celestiales, la salvación o perdición eterna a causa del bien o mal de nuestras obras en el juicio final de nuestra vida terrenal, abordadas por Cristo); el encuentro cercano descrito por Moisés en la zarza ardiente describe el fuego fatuo; el pie del rayo que pasa por el altar erigido por Moisés en el Monte Horeb, describe un fenómeno meteorológico; el pacto del Sinaí o mito fundacional de Israel como nación entre las naciones por voluntad divina a fin de santificar sus ancestros, su pueblo, su territorio, Jerusalén, el templo y la Torah; descripciones que no corresponden al encuentro cercano expresado por Cristo al experimentar la común unión: “El Padre y Yo, somos una misma cosa”, la cual coincide con la descrita por los místicos iluminados. Las leyes de la guerra dictadas por Moisés en el Deuteronomio causales del despojo, exterminio y sometimiento de las doce tribus cananeas y del actual genocidio del pueblo palestino, hacen evidente la ideología racista, criminal y genocida serial que sigue el pueblo judío desde tiempos bíblicos hasta hoy en día, conducta opuesta a la doctrina de la no violencia enseñada por Cristo __ Discernimiento que nos aporta las suficientes pruebas objetivas de juicio que nos dan la certeza que el profetismo judío o revelación bíblica, es un semillero del mal OPUESTO A LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO, ya que en lugar de sanar y prevenir las enfermedades del alma para desarrollarnos espiritualmente, enerva a sus seguidores provocándoles: alucinaciones, estulticia, delirios, histeria y paranoia; propiciando la bibliolatría, el fanatismo, la intolerancia, el puritanismo, el sectarismo, e impidiendo su desarrollo espiritual. http://es.scribd.com/doc/17148152/ EN-DEFENSA-DE-LAS-RAICES-CRISTIANAS-DE-EUROPA-LAICA