El Tiempo de Navidad termina en este domingo con la fiesta del Bautismo del Señor. Como se ha dicho muchas veces, pues dejábamos al Señor Jesús, como un Niño en Belén, hace sólo cinco días, para contemplarle, hoy, ya hombre y esperando, junto al pueblo, a recibir el bautismo de Juan. Es el inicio de su vida pública. Y nosotros iniciamos ya el lunes el Tiempo Ordinario, en su primera fase, que no es otra cosa que seguir a Jesús con “regularidad de crucero”. En nuestra mente quedan muy vivos los recuerdos de Navidad, momentos de origen de nuestra fe que, sin duda, todos guardamos en nuestro corazón.
Betania
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