Wednesday, January 14, 2009

Meditando con los santos y beatos del día: Comentario: Fray Josep Mª Massana i Mola OFM (Barcelona-España)



Hoy, 14 de enero, nos unimos a la Iglesia holandesa para celebrar al BEATO PEDRO DONDERS, en el aniversario de su nacimiento para el cielo ocurrido en un día como hoy de 1887 en el Surinam, Batavia, ex Guayana Holandesa. Oriundo de Tilburg, Holanda, en 1805, fue religioso sacerdote en la orden redentorista y misionero en el Surinam. En 1982 el Papa Juan Pablo II, confirmó sus heroicas virtudes, declarándolo BEATO. Unidos a la Iglesia del Surinam y a quienes dan por ayudar a los despreciados de la sociedad, brindemos nuestro cálido aplauso al Beato Pedro Donders.


Meditación

QUERIDO BEATO PEDRO DONDERS: hoy, en este día de tu fiesta sentimos muy cercana tu presencia. A los 32 años recibes la ordenación sacerdotal, y fueron la lectura y meditación de las cartas de San Pablo sobre el sacerdocio, las que fueron teniendo un eco particular en tu corazón. Profundamente impresionado por esta enseñanza, decides dejar tu patria, Holanda, y vas a América, instalándote en el Surinam. Y fue aquí en donde trabajas apostólicamente por casi 45 años, bajo el sol tropical y en medio de la miseria de los leprosos, los más pobres y necesitados. Fue a ellos a quienes dedicaste tu vida, tus sueños y desvelos. Especialmente fueron los leprosos de la Colonia de Batavia quienes ocuparon el centro de tu corazón apostólico. A ellos dedicaste la gran tarea de tu vida sacerdotal. Pero tu incansable corazón de apóstol no se limitó a los leprosos, sino que en él también hubo campo para los indios. En la tribu de los Arrovacchi realizas un fecundo trabajo pastoral. En cierta ocasión escribiendo a tus superiores les decías: "en los seis días que he estado con los arrovacchi, ellos han dejado todas sus ocupaciones para poder escucharme y aprovechar mi presencia. El 17 de septiembre, en que se cumplían 31 años de trabajo apostólico en esta comunidad, tuve la alegría de dar la primera comunión a 20 personas, junto con otras 22 que habían comulgado el año pasado". Pero no solo los indios y los leprosos, sino también los negros fueron objeto de tu cariño e inquietud apostólica. Especialmente los negros esclavos que habían huido refugiándose en los inmensos bosques, en donde vivían llenos de supersticiones, cultos idolátricos y una vida inmoral. A ellos llegabas con ojos de amigo, que invitaban a la confianza, llevando tus manos cargadas de bienes materiales y espirituales. Beato Pedro Donders aunque ya no estas entre nosotros, te vemos en cada leproso y necesitado, a quienes tanto amaste en tu vida.
Radio Vaticano

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