La crisis financiera perjudica más a las mujeres

Mujeres campesinas en India

Son las que sufren mayor precariedad laboral

Las mujeres exigen equidad de género en la distribución, acceso y control de los recursos para el desarrollo, propiedad de la tierra, derechos de herencia, ingresos propios, acceso a las tecnologías y mayor participación en la gestión de los recursos naturales.

El impacto de la actual crisis financiera mundial, sumado a la crisisalimentaria, energética y bélica de algunos lugares, está profundizando la brecha de inequidad y pobreza que padecen las mujeres. No en vano, al menos el 70% de las personas en situación de pobreza son mujeres. Ellas trabajan el 80% de la tierra en el planeta, pero apenas son propietarias de un 1%, y la diferencia salarial entre hombres y mujeres puede rondar el 30-40% en algunas zonas. Empeora aún más la situación en periodos de crisis cuando son las últimas a las que se da empleo y las primeras en ser despedidas por reajustes.

Por eso, según el Grupo de Género de la Coordinadora ONGD-España, urge promover cambios estructurales e impulsar la equidad de género en términos de distribución, acceso y control de los recursos. Para ello solicita: Priorizar las políticas de ayuda al desarrollo, incluidas las comerciales y de condonación de deuda, en favor de la equidad de género y de los derechos de las mujeres, aumentando la financiación y garantizando que gobiernos del norte y del sur, así como las distintas agencias donantes, asegurenuna mejor redistribución de los recursos.

Como subraya el Informe de UNIFEM 2008/2009 sobre el progreso de las mujeres en el mundo, ellas sufren más pobreza y hambre debido a la discriminación sistemática de que son objeto en el acceso a los servicios de educación, salud y control de bienes productivos. Ello implica, entre otras acciones, que se reconozca la aportación al desarrollo económico y social que hacen las mujeres a través del trabajo doméstico y la economía de los cuidados, trabajos no remunerados -la mayoría de las veces careciendo de protección social- y que la sociedad demanda como si las mujeres fueran las únicas responsables.

Del mismo modo, que se reconozcan las condiciones de precarización del trabajo en las que se encuentran las mujeres en el mercado laboral. También urge la inclusión y participación activa de las mujeres en el debate de las propuestas y soluciones que deben formularse al nuevo modelo económico que surja de la crisis (porque siendolas más afectadas, son asimismo indudables agentes de cambio y generadoras de alternativas), por lo que se reclama la presencia de las organizaciones y movimientos de mujeres en las próximas conferencias y convocatorias que, sobre la crisis financiera mundial, van a realizarse, como la próxima cumbre del G-20 en Londres y la de Naciones Unidas en mayo.

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